
Daños cerebrales, daños musculares, daños pulmonares, daños en el hígado, inflamación de las vías respiratorias, problemas de circulación, deshidratación y pérdida de sales y azúcar, insuficiencia renal y hepática, edema cerebral, hemorragia gastrointestinal…
Los perros más vulnerables a las altas temperaturas son los de edad más avanzada, los que tienen sobrepeso, los que sufren problemas respiratorios o de corazón, los braquicéfalos (que tienen la nariz chata), los de piel blanca y los que no tienen acceso a agua fresca y a la sombra.

confusión, ansiedad y aturdimiento.

salivar excesivamente, emitir fuertes jadeos y gemidos.

piel caliente al tacto.

encías muy rojas.

convulsiones.

ritmo cardíaco muy alto.

diarrea.

tambalearse, y si está tumbado no querer levantarse.

Cuando salgáis a caminar, haz paradas frecuentes para descansar bajo la sombra, y asegúrate de que beba agua.

Intenta programar salidas con tu perro en los momentos más frescos del día, por la mañana temprano y por la tarde/noche.

Durante el día, pasea por zonas de sombra.

En las horas de más calor, intenta que las salidas sean muy cortas, lo justo para que haga sus necesidades.

Recuerda la
“regla de los 5 segundos”. Pon el dorso de tu mano en el suelo, si no puedes soportar el calor durante 5 segundos, significa que tu perro se quemará las patas. Aplica esta regla cuando tengas dudas al salir, tanto de día como de tarde/noche (ten en cuenta que si el sol ha dado de lleno a la calle, aunque luego haya sombra, la acera y el asfalto estarán ardiendo).

Pon agua fresca a tu perro (fresca, no fría), incluso en más de una zona de la casa.

Deja acceso a tu perro a las zonas más ventiladas de casa.

No cortes el pelo a tu perro, ya que su pelaje le protege también del sol.

Si decides ir a la playa/piscina/lago/río con tu perro, ofrécele siempre una zona de sombra, y usa cremas de protección solar para perros (sobre todo para las zonas más sensibles como labios, nariz, orejas e ingles). Los perros también se queman y pueden sufrir insolaciones. Nota: intenta que no beba agua de mar y que no coma arena, o al día siguiente podría tener diarrea.

Ten cuidado con sus almohadillas y las abrasiones por quemaduras cuando el suelo (arena, piedras, cemento, etc.) está demasiado caliente. Puedes usar botines para perros o bien ponerle 4 calcetines (pero en ambos casos, tendrás que acostumbrarte previamente).

Prohibido hacer ejercicio o pasear los días y las horas de mucho calor.

Si lo ves muy acalorado, puedes humedecer las almohadillas y las ingles con un paño de agua fresca (no fría). O refrescarle con una ducha de agua del tiempo (siempre que la ducha no sea un trauma para tu perro).

También puedes usar una manta enfriadora o una colchoneta refrigerante.

Otras opciones para mantener fresco a tu perro en verano son: camas transpirables elevadas, mantas o sábanas refrescantes (hechas con tejidos frescos y transpirables) y chalecos refrescantes.

No lo dejes encerrado en espacios pequeños. Y mucho menos en un coche. NUNCA, NUNCA, NUNCA dejes a tu perro en el coche, ni en una terraza al sol. Lo estás sentenciando a muerte.
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