El enriquecimiento ambiental es un recurso para mejorar y/o mantener la salud física y mental de un animal.
El enriquecimiento ambiental se debería de proporcionar a cualquier animal que permanezca en cautividad o que necesite mejorar su día a día, por ejemplo:
- los animales de zoológicos e instalaciones similares
- los animales de protectoras, refugios y granjas
- los animales usados para la investigación
- los animales de compañía como perros, gatos, loros, cacatúas, conejos, tortugas, peces, etc
El aporte de cualquier estímulo que suscite el interés de los animales de forma positiva puede considerarse enriquecimiento, incluyendo objetos naturales y artificiales, aromas distintos, alimentos novedosos o preparados de diferente forma.
El enriquecimiento ambiental es un recurso muy importante para mejorar y/o mantener la salud física y mental de un animal.
El objetivo es aumentar la cantidad de comportamientos específicos propios de la especie: por ejemplo, en el caso de los perros, se usan entre otras cosas los juegos de olfato y de búsqueda; en el caso de los gatos, se usan rascadores y accesos altos para que puedan trepar.
La idea es incrementar la utilización positiva del espacio, previniendo o reduciendo la frecuencia de comportamientos anormales (estereotipias), aumentando la capacidad individual para afrontar los desafíos que se le presenten por el hecho de no vivir en su hábitat natural.
Ejemplos
Estos son algunos ejemplos de estímulos que se usan en los ejercicios de enriquecimiento ambiental (las explicaciones están enfocadas más en específico a los perros):
- Estimulación sensorial. Se trata de estimular los sentidos del perro mediante juegos y ejercicios visuales, olfativos, auditivos, táctiles o gustativos. Con este tipo de ejercicios estamos ayudando al perro a reforzar su capacidad sensorial.
- Alimentación. Consiste en convertir la alimentación en un reto, por ejemplo, presentando la comida con métodos que presenten al perro un pequeño problema a resolver: el canido tendrá que investigar, “trabajar” para obtener su recompensa. Podemos esconder su comida en objetos diseñados para dificultar su acceso (el más famoso, es el Kong), meter alimentos en hielo en el verano, colocar alimentos en dispositivos mecánicos móviles que simulen presas, etc.
- Manipulación. Con estos ejercicios fomentamos el comportamiento de investigación y de juego exploratorio, proporcionando elementos que le perro pueda manipular con sus patas, boca, hocico, etc.
- Entorno. Este tipo de enriquecimiento ambiental se basa es mejorar el hábitat del perro, realizando cambios en la zona en la que vive (sea en casa o en exterior): por ejemplo, modificando recintos, incorporando elementos nuevos y aumentando la complejidad del ambiente para estimular sus conductas naturales.
- Necesidades sociales. Tenemos que tener en cuenta la importancia de las agrupaciones sociales en la vida de nuestros perros y sobre todo conocer bien a nuestro perro para saber si necesita o no interactuar con otros perros. Hay perros más sociables que otros, y le tenemos que proporcionar oportunidades seguras y monitoreadas para interactuar con otros ejemplares de su especie y cubrir así sus necesidades.
- Entrenamiento. Enseñar habilidades a nuestro perro también es enriquecer su ambiente. Entrenarle a realizar tareas mediante moldeado, reforzamiento positivo o habituación, es una buena estrategia para mantener su mente activa.
Importante
Es importante subrayar que hablamos de “enriquecimiento” cuando provocamos comportamientos positivos y con la completa colaboración de nuestro perro.
Está totalmente prohibido usar estímulos que provoquen miedo, estrés o que puedan causar dolor al animal.
Y lo más importante, a través de los ejercicios de enriquecimiento ambiental conseguimos reforzar el vínculo con nuestro perro y establecer una relación aún más fuerte basada en la confianza y en el bienestar.
El equipo de MasterDog está a vuestra disposición para solucionar cualquier duda o consulta, ¡no dudéis en contactar con nosotros!